Remedios caseros para la tos
La tos es una reacción espontánea del cuerpo que surge para mantener las vías respiratorias despejadas y puede ser la respuesta frente a un exceso de mucosidad o la presencia de un cuerpo extraño. Se puede distinguir entre tos seca y tos con flema o esputo, que es aquella en la se arroja moco; además según su duración se diferencia entre tos aguda, que generalmente aparece de forma repentina y desaparece tras tres semanas, y tos crónica, la cual tiene una duración mayor a tres semanas y es más frecuente en personas fumadoras.
Independientemente del tipo del que sea, los ataques de tos son realmente molestos para el paciente sobre todo durante la noche, ya que en muchas ocasiones llega incluso a dificultar el sueño y el descanso. Por ello, en Remedios-Naturales.org vamos a mostrar algunos remedios caseros para la tos que son efectivos y pueden resultar muy aliviadores.
Causas de la tos
La tos puede ser consecuencia de múltiples causas, desde resfriados comunes, gripes, asma, bronquitis, alergias, infecciones pulmonares, tabaquismo hasta ser síntoma de otras enfermedades o patologías de mayor gravedad. Es por este motivo que resulta tan importante permanecer atento a la manifestación de otros síntomas que puedan indicar del padecimiento de un problema de salud y acudir al médico para determinar la causa exacta.
Especialmente, se deberá consultar con el médico de forma inmediata si la tos persiste pasados unos 10 o 14 días, se presenta tos con flema y espesa o tos con expectoración con sangre, dificultades respiratorias, pérdida de peso, fiebre, sonidos o pitidos al inhalar, erupción cutánea o hinchazón de la cara.
Los remedios naturales que detallamos a continuación deben ser un complemento natural al tratamiento indicado por el médico, pero en ningún caso sirven como sustitutivos de este.
Jarabe de miel y cebolla
El jarabe casero de miel y cebolla es uno de los remedios caseros más tradicionales que existen para calmar la tos, especialmente para aquellos episodios que pueden dificultar el sueño durante la noche. Por un lado, la miel es antimicrobiana, suaviza la garganta y reduce la irritación; por otro, la cebolla es un potente expectorante natural y actúa contra las bacterias favoreciendo la limpieza de las vías respiratorias. Además, la combinación de ambos es excelente para reforzar el sistema inmunológico.
Ingredientes:
- 1 cebolla mediana
- 2 cucharadas soperas de miel
Preparación: cortar la cebolla en trozos medianos e introducirlos en un bote o frasco de cristal. Agregar las cucharadas de miel y mezclar bien ambos ingredientes. Tapar el bote y dejar reposar durante al menos unas 8 o 12 horas para que la cebolla segregue todo su jugo y se integren bien con la miel. Pasado este tiempo, colar el jarabe con una malla fina para retirar los trozos de cebolla y ya estará listo para tomar. Se aconseja tomar 1 cucharada al día de este jarabe hasta notar la mejoría.
Limón y miel
Además del anterior, también es posible preparar un jarabe casero de limón y miel, el cual es efectivo y beneficioso para el tratamiento de catarros, gripes, molestias en la garganta y tos. A las propiedades que ya hemos comentado de la miel, se le suma el elevado contenido en vitamina C del limón, lo que es excelente para proteger el sistema inmunológico y aumentar las defensas.
Ingredientes:
- 1 limón
- 3 cucharadas de miel
Preparación: exprime el limón para obtener todo su jugo y viértelo en un recipiente o frasco de cristal. Agregar las 3 cucharadas de miel y remover bien con la ayuda de una cuchara. Se puede tomar una cucharada dos veces al día y, si se prefiere, calentarlo un poco previamente si se sienten molestias en la zona de la garganta.
Jengibre
Esta raíz de origen asiático tiene muchísimas propiedades medicinales, y entre ellas destacan las relacionadas con el tratamiento de los resfriados y el alivio de la tos. Actúa como un gran antibacterial y antiviral natural, convirtiéndose así en un gran aliado del organismo para combatir aquellas bacterias y virus que puedan enfermarlo o causar malestar. Además, es uno de los mejores remedios caseros para la tos con flema puesto que es expectorante y favorece la expulsión de la mucosidad dejando las vías respiratorias libres y desbloqueadas. En este caso, proponemos una infusión de jengibre con un poco de miel para aliviar los ataques de tos.
Ingredientes:
- 1/2 cucharada de raíz de jengibre rallada
- 1/2 cucharada pequeña de miel
- 1 rodaja de limón
Preparación: en una olla con agua caliente, agregar el jengibre y el limón y dejar hervir durante unos 10 minutos. Pasado este tiempo, retirar del fuego, colar la mezcla para obtener la infusión y añadir la miel. Se puede tomar dos o tres tazas al día, reservando la última para antes de irse a dormir, así se previenen los episodios nocturnos de tos.
Se debe tener en cuente que el consumo de jengibre está contraindicado en algunos casos como: si se padecen enfermedades gástricas (úlceras, gastritis, Enfermedad de Crohn, colon irritable y colitis), cálculos biliares, hipertensión, así como durante el embarazo, la lactancia o se están tomando medicamentos anticoagulantes o para la diabetes. Ante cualquier duda, se debe consultar con el médico.
Té de tomillo
El tomillo es una planta con efectos positivos en el tratamiento de infecciones de pecho o de garganta, bronquitis y mucosidad. Es expectorante por lo que permite aliviar la tos y relajar los músculos de la tráquea. Además, cuenta con propiedades destacadas para mejorar el funcionamiento del sistema digestivo, ofreciendo así un beneficio doble para la salud.
Se debe preparar una infusión de tomillo añadiendo 2 cucharadas de esta planta en una taza de agua hirviendo. Dejar que hierva unos 10 minutos y, luego, colar el líquido. Se puede tomar de una a tres tazas diarias, preferiblemente después de las comidas y especialmente por la noche antes de irse a la cama.
Té de regaliz
Otro de los grandes remedios caseros para la tos es la infusión de regaliz, pues se trata de una planta con propiedades muy beneficiosas para el aparato respiratorio en general. Además de proteger al organismo frente a bacterias, es antiinflamatorio y suaviza las mucosas respiratorias. Esto hace que sea una gran alternativa natural para combatir la tos pero también para mejorar los síntomas de resfriados, gripes, bronquitis, asma, irritación de garganta, etc.
Para preparar la infusión, se debe añadir 1 cucharada de raíz seca de regaliz en una taza de agua hirviendo, dejar reposar durante 10 minutos y, finalmente, colar el líquido. Lo mejor es tomar una taza por la mañana y otra por la noche para calmar la tos a lo largo de todo el día.
El regaliz está contraindicado en caso de padecer hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas, problemas hepáticos, insuficiencia renal, durante el embarazo y el periodo de lactancia y si se están tomando medicamentos anticoagulantes, corticoides o aquellos que tienen influencia en los niveles de potasio.
Vahos de menta o eucalipto
Los vahos son un método por el cual el paciente respira vapor de agua, lo que favorece la rehidratación de las vías respiratorias y la eliminación de toda la mucosidad acumulada. Además, si estos se enriquecen con plantas medicinales como el eucalipto o la menta, la fórmula resultante es perfecta para suavizar la garganta, calmar la irritación bronquial, facilitar la respiración y combatir la tos.
Para llevar a cabo este tratamiento, se deben hervir 5 gramos de hojas de eucalipto o de menta en agua y dejar reposar unos minutos. Cuando el agua aún esté caliente pero sin llegar a quemar, se debe colocar la olla sobre una superficie dura para, luego, aproximar la cara, cubrir la cabeza con una toalla y empezar a inhalar los vapores que se desprenden. El efecto descongestionante es inmediato y se experimenta un gran alivio.
Más remedios caseros
Debido a que suele ser síntoma de una enfermedad, normalmente se trata primero esta, pero existen muchísimos remedios caseros a base de hierbasque pueden ayudarte a reducir la tos. Estos son solo algunos:
1. Té de llantén.
Prepara un té: a una taza de agua hirviendo añade una cucharada de llantén mayor (Plantago major) seco, cubre y deja enfriar. Puedes endulzar con miel. Toma 3 tazas a lo largo del día.
2. Infusión de alholva.
Toma una infusión de alholva (Trigonella foenum-graecum) para adelgazar el moco y facilitar su expulsión. Bebe 3 tazas al día.
3. Té de agujas de pino.
Bebe diariamente 3 o 4 tazas de té de agujas de pino (Pinus sylvestris), que ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas y aflojar el moco.
4. Infusión de gordolobo.
Una infusión de gordolobo (Verbascum thapsus), tomada durante algunos días, alivia la tos seca y áspera.
5. Infusión de cerezo.
Agrega partes iguales de corteza de cerezo silvestre (Prunus avium) y marrubio (Marrubium vulgare) en un recipiente con agua hasta hervir, y bébelo caliente varias veces al día.
6. Tintura de vinagre de frambuesa.
Toma una tintura preparada con vinagre de frambuesa (Rubus idaeus).
7. Preparado de miel con cebolla.
Corta una rebanada no muy gruesa de cebolla (Allium cepa) y deposítala en un recipiente. Cúbrela con miel de abeja y déjala reposar durante toda la noche. A la mañana siguiente retira la rodaja y toma una cucharada de la miel cuatro veces al día. Puedes repetir durante un par de días.
8. Infusión de canela.
Un remedio de la medicina ayurvédica consiste en preparar una infusión con:
- una pizca de canela (Cinnamomum verum) en polvo,
- una pizca de clavo (Syzygium aromaticum) y
- media cucharada de jengibre (Zingiber officinale) en polvo.
Tómala al menos una vez al día.
9. Infusión de ajo.
Prepara una infusión con aceite de ajo (Allium sativum) y frótala tibia sobre el pecho. Repite al menos 2 veces al día.
10. Té de ajo con jengibre. (Muy recomendado)
Coloca agua caliente en una taza y agrega una mezcla elaborada con:
- un diente de ajo aplastado,
- jugo de limón (Citrus x limon) fresco,
- una pizca de jengibre en polvo y
- 1 cucharada de miel.
Puedes agregar más miel si el sabor te resulta desagradable. Bebe el preparado 3 veces al día.
11. Gárgaras de cúrcuma.
Haz gárgaras con una solución de 2 pizcas de cúrcuma (Curcuma longa) en polvo y 1 pizca de sal en un vaso con agua. Este es también un remedio ayurvédico, y puedes hacerlo un par de veces al día.
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