El sulfato de magnesio, más conocido como sales de Epsom o sal inglesa, fue utilizado de manera tradicional para conseguir este mineral y mantener un buen nivel del mismo en el organismo, aunque, por otra parte, es usado popularmente como un laxante suave gracias a las propiedades con las que cuenta. Sin embargo, también sirve para limpiar el hígado y para favorecer la expulsión de pequeñas piedras que podrían desarrollarse en este órgano.
El uso de las sales de Epsom puede ser externo y utilizarse en baños para calmar molestias musculares, contracturas, calambres y son ideales para el tratamiento de la uña encarnada. Si quieres conocer más sobre este producto, en Remedios-Naturales.org te brindamos abundante información y despejamos tus dudas, tales como qué son las sales de Epsom y dónde se consiguen.
Qué son las sales de Epsom
Las sales de Epsom no son más que sulfato de magnesio; sin embargo, es más reconocido con su nombre popular, el cual se debe a la región de Inglaterra en las que fueron elaboradas. Las sales de Epsom se realizan mediante cocido de aguas minerales, las cuales son extraídas de un depósito de mineral llamado Epsomita.
La sal inglesa cuenta con numerosas propiedades que pueden ayudar considerablemente a numerosos trastornos. Entre ellas, se destacan sus propiedades relajantes, antiinflamatorias y su poder exfoliante, ideales para eliminar el estrés y las toxinas que pueden encontrarse en el organismo. Es por todo lo anterior que el magnesio es muy importante para el cuerpo, por lo que se aconseja consumir entre 300 y 400 mg todos los días.
Dónde comprar sales de Epsom
Si bien, muchas personas conocen estas sales, una gran cantidad no saben dónde se consiguen. Estas pueden comprarse en cualquier farmacia o tienda especializada en la venta de productos naturales y se trata de un producto bastante económico, siendo muy recomendable para ayudar al tratamiento de diferentes alteraciones.
Beneficios de las sales de Epsom
El sulfato de magnesio hidratado es un remedio casero muy antiguo y eficaz para diferentes trastornos. Si bien para el estómago no es tan sencillo absorber el magnesio, a través de la piel es de muy fácil absorción, por lo que es muy común que se recomiende realizar baños de inmersión con la sal inglesa.
Entre los beneficios de las sales de Epsom que más se destacan, se encuentran los siguientes:
- Protege el tejido cerebral.
- Fortalece las articulaciones gracias a sus proteínas.
- Refuerza las paredes del sistema digestivo.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Cuida la salud cardíaca.
- Desintoxica al organismo.
- Ayuda a disminuir la presión arterial.
Por otra parte, la sal inglesa también previene el endurecimiento de las arterias y la formación de coágulos sanguíneos, disminuye considerablemente molestias musculares y calambres, regula los electrolitos, lo que provoca un excelente funcionamiento del sistema nervioso, también mantiene los niveles correctos de calcio en el cuerpo, mejora la absorción de nutrientes, evita las migrañas, alivia trastornos como el estrés, la ansiedad o la fatiga y ayuda a mejorar el estado de ánimo.
Usos de las sales de Epsom
La forma más habitual de usar las sales de Epsom es por medio de un baño de inmersión. De esta forma, el cuerpo absorbe por la piel el magnesio y expulsa las toxinas existentes en el organismo. Se aconseja que realices esto con agua tibia e incorporando a la bañera 2 tazas de sal inglesa, aunque también podrías agregar unas gotas de algún aceite relajante.
Otra opción es aplicarlo como un exfoliante, para ello debes juntar un puñado de sales de Epsom y 1 cucharada de aceite de bebé, después frota suavemente esta mezcla por toda la piel para remover las células muertas y otras sustancias a las que se expone diariamente este órgano externo, manteniendo una piel limpia y suave.
Por otra parte, puedes ayudar a calmar molestias musculares y mejorar el aspecto de moretones si realizas una mezcla de sales de Epsom y agua, para luego aplicarla en la zona con problema. Mientras que optar por agregar sal inglesa a la crema de limpieza del rostro es otra manera de disfrutar sus beneficios y solo debes aplicarla todas las noches, dejándola actuar hasta el día siguiente.
Asimismo, es un remedio natural para que salga a la superficie alguna astilla clavada y para conseguirlo únicamente tienes que sumergir la zona afectada en agua con este producto.
En cambio, si lo que se quiere lograr es calmar cualquier tipo de picazón en la piel, el uso casero de la sal inglesa para este caso consiste en sumergir un paño en agua que contenga 2 cucharadas de sal para luego aplicarlo en el área afectada y dejarlo actuar por algunos minutos.
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